16 octubre 2006

YouTube viral y corporativo

No cabe duda que, a estas alturas, todo el mundo sabe ya que Google ha comprado YouTube, aunque sólo sea por la desorbitada cantidad de ceros a la derecha.

La viralidad de YouTube es un caso sorprendente, digno de estudio: Google Video ha competido sin éxito contra ellos para convertirse en el servidor de referencia de alojamiento de vídeos y no ha podido ganar (algo a lo que los de Mountain View no están acostumbrados). El hecho palpable es que, por ejemplo, los blogs utilizan mayoritariamente YouTube. ¿ Razones ? Pues en Customer Evangelists dan algunas: mejor interfaz de usuario, funcionalidades inicialmente mejor diseñadas (y pensadas), mejor carga multimedia, procesos menos farragosos, etc.

Lo cierto es que la tendencia es, sin duda, apostar por aplicaciones que permitan a los usuarios subir y compartir sus propios contenidos. Por otro lado, a buen seguro que de aquí a unos meses veremos una pléyade de aplicaciones de alojamiento de vídeos (estilo ClipShack) , máxime cuando no es demasiado complicado repetir la experiencia (ejemplos daba Jordi Abad para reproducir el éxito de MySpace con sistemas open source como AroundMe).

Durante estos días, le daba vueltas a esa viralidad y su posible aprovechamiento en entornos corporativos:
  • ¿ Cuántos procesos en papel podrían verse sustituidos por videos generados por los propios usuarios ?
  • ¿ Cómo comunicar la estrategia de la organización de forma sencilla y accesible ?
  • ¿ No podría convertirse un portal como éste en herramienta de gestión del conocimiento y desarrollo individual, apoyado en la iniciativa de los usuarios ?
  • ¿ Sustituirán este tipo de herramientas a las carísimas (y habitualmente poco utilizadas) aplicaciones de e-learning ?
Donde no caben dudas, es en que, como siempre, las necesidades van más deprisa que las respuestas. La organización dedica ingentes cantidades de esfuerzo y recursos, que los propios empleados podrían generar. ¿ Sería esto factible ? Entiendo que sí.

Otra forma de fomentar la participación, creando una comunidad en la que los usuarios sepan rápidamente en qué consiste, donde se sientan cómodos. O una forma alternativa de liderazgo, un medio para facilitar el surgimiento natural de líderes, que jueguen un papel fundamental en su dinámica y actúen como evangelizadores y motor motivador. Incluso entiendo como posible la situación opuesta (e igualmente beneficiosa): el papel del líder se diluye, dando paso a la comunidad como interlocutor.

Fomentar el autodesarrollo y la autogestión. Un motor para el desarrollo personal y profesional, manteniendo viva esa (necesaria y no siempre presente) conversación entre empresa y empleados.

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2 comentarios:

Julen Iturbe-Ormaetxe dijo...

En mi experiencia profesional ya tuve ocasión de "descubrir" las virtudes del video. Cuando tienes varias plantas productivas repartidas en varios países y necesitas mostrar lo que unas saben hacer para que otras lo puedan "replicar", te das cuenta de la potencia de la imagen. Entonces no había youtubes ni cosas parecidas y el gran problema eran las velocidades de descarga. Ahora todo se ha amateurizado y eso abre nuevos horizontes.
Una reflexión muy maja la que haces.

Iñaki Arenaza dijo...

Las plataformas de e-learning no tienen porque ser carísimas. Las hay estupendas (e incluso mejores que la mayoría de las carísimas) en software libre: Moodle, A-tutor o dotLRN son algunos buenos ejemplos de ello.

Saludos. Iñaki.