Después de ser galardonado con el Premio Nobel de la Paz 2006 (via), me informé algo más sobre el economista Muhammad Yunus (en bengalí, মুহাম্মদ ইউনুস). Es el creador del Grameen Bank, una entidad financiera de Bangladesh, dedicada a financiar microcréditos para que se puedan llevar a cabo iniciativas emprendedoras que permitan a la población escapar de la pobreza. Sólo personas que carecen de propiedad sobre los terrenos pueden acceder a esos préstamos, que se hacen a grupos de al menos 5 personas para que trabajen en equipo y haya cierta presión social que impulse a la devolución. Más del 90% de los créditos son devueltos satisfactoriamente. Impresionante el esfuerzo para crear verdadero desarrollo económico y social desde abajo, con más de 6 millones de créditos concedidos.
Está muy en la línea de otras iniciativas de desarrollo local como Kiva, sistema P2P de microcréditos para pequeñas iniciativas emprendedoras en países en desarrollo. Prestas una pequeña cantidad de dinero, que será devuelta en un plazo de tiempo y que puedes volver a invertir, donar o reintegrar. Como bien apunta Gonzalo lo mejorable está en plantear un modelo que se aleje de las donaciones y se convierta en inversión.
Modos administrados de que las sociedades aprovechen compartidamente los recursos y éstos sean la vía que nos permita luchar eficazmente contra la pobreza. Un problema de alcance real: echadle un vistazo a la esmerada presentación de Miniature-Earth sobre el estado de la aldea en que vivimos.
Me parecen grandes ideas. Ejemplos aplicables y tangibles frente a los meses de discusiones y debates en las altas esferas. Estas iniciativas salvan vidas y ayudan a escapar de esa espiral de miseria. Las otras...
Hagamos que la pobreza pase a la historia.
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