Hablaban el otro día en el blog de Infonomía (requiere registro gratuito) sobre el "Poder de la imaginación", a partir de una iniciativa ciertamente creativa de la Junta de Extremadura: el Gabinete de Iniciativa Joven (GIJ), que apostará por el poder de la imaginación como la revolución socioeconómica para impulsar el sistema productivo de la región española todavía menos desarrollada de España:
La imaginación como fuerza motora de un movimiento de innovación a todos los niveles, protagonizado por la propia sociedad civil extremeña, para lograr un modelo de crecimiento alternativo y diferenciado y, por tanto, más competitivo, que posicione a Extremadura con una oferta única, y unos valores propios, frente a un mundo y un mercado cada vez más globalizados.Crowdsourcing ciudadano. Crear una cultura que fomente e interiorice la innovación como parte intrínseca del proceso de creación de valor, algo similar a Berritzen. Configurar un nuevo territorio creativo a partir del apoyo, formación y ayudas a iniciativas innovadoras no dependientes únicamente de las nuevas tecnologías. Es interesante su modelo de articulación organizativa:
Operativamente, el GIJ está estructurado como una gran red que optimiza la malla formada por los grupos de desarrollo rural desplegados en las 24 comarcas extremeñas; las universidades populares y cámaras de comercio ubicadas en las principales poblaciones; y los cientos de entidades, instituciones, asociaciones y empresas que acaban de configurar este mapa de colaboradores activos.No deberíamos subestimar el poder de la imaginación, especialmente de la agregada. Cuando usas tu imaginación visualizas una situación desde diferentes ángulos. Del mismo modo que un pintor contempla un lienzo en blanco y visualiza lo que llegará a ser, debemos limpiar la mente de ideas preconcebidas, pensar creativamente e imaginar el futuro que queremos construir. Dedicar más tiempo a usar la imaginación. Soñar como motor motivador y proseguir hasta alcanzar nuestros logros. Encaja perfectamente en mi filosofía.
En el centro se encuentra el núcleo ejecutivo del Gabinete. Un equipo multidisciplinar formado por una veintena de jóvenes profesionales que trabajan coordinando todos los procesos: el primer filtrado de las consultas que se reciben, el control de las tareas de seguimiento y formación de los innovadores, así como el lanzamiento final de los proyectos al mercado y a la sociedad.
Especialmente, me parece fundamental la figura del "facilitador", alguien que tutela al innovador en todo el proceso, orientándolo y animándolo a proseguir o moderando expectativas desmesuradas. Para convertir la imaginación en realidad, se cuenta con una consultoría en creatividad, asesorías diversas y un ciclo formativo. Un proceso mayéutico en el que el innovador ha de encontrar la mayoría de las respuestas a través de su propio esfuerzo e iniciativa personales.
¿Y si, a pesar de todo, llegara el fracaso? Pues toca saber aprovecharlo como una valiosa palanca de aprendizaje para asegurar el éxito en nuevos intentos. Como bien dice Feather, «el éxito es una cuestión de perseverar cuando los demás ya han abandonado». La verdadera prueba es cuando las cosas se han puesto feas y sigues creyendo en tí mismo, en tu proyecto. Ser leal a uno mismo.
Sólo me queda una duda: la continuidad. Parece lógico que una vez creados nichos de innovación estos colaboren activamente entre sí y generen nuevas iniciativas dentro y fuera de la región, manteniendo el modelo por sí mismo. En cualquier caso, un proyecto a tener en cuenta.
Sociedad de la Imaginación, Extremadura, innovación
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