Es evidente que la telefonía móvil se ha introducido en nuestras vidas, para quedarse. Cada vez más, más que de teléfonos móviles, deberíamos hablar de dispositivos móviles: herramienta con múltiples usos, convergencia de aplicaciones y entre ellas la fundamental, que sigue siendo hablar por teléfono. Cada vez más, somos consumidores de contenidos y servicios, de entretenimiento, incluso de producción de contenido. El teléfono celular, que en paz descanse.
Sin embargo, a pesar de encontrarnos en plena transición de los aparatosos instrumentos de antes hacia potentes herramientas de comunicación multimedia, muchos de nosotros (entre los que me incluyo) no hemos interiorizado el uso de Internet móvil. Las barreras de entrada las analiza Dani con detalle:
- Los dispositivos hardware son poco accesibles económicamente
- Los modelos, a nivel hardware, son extremadamente variados y diferentes entre sí
- El acceso a la red, en España, a través de estos sistemas, es muy caro aún
- Los agentes de usuario de la web móvil quedan relegados a un plano secundario, en favor de no agotar al usuario con nomenclatura nueva y compleja
- Los proveedores de información aún no se han percatado de que el futuro está en la web móvil
Y es que la "culpa" no es únicamente del usuario: recuerdo (allá por finales de los 90) la euforia de las operadoras con WAP. Aquello perdió fuelle, principalmente porque el mercado no estaba (ni probablemente está) maduro, no había dispositivos apropiados y los esperados servicios de m-commerce no terminaron de cuajar. Y de aquellos polvos vinieron estos lodos. El mercado no tenía la necesidad de esos servicios. Después hemos visto el fracaso de 3G, con tecnologías muy competitivas como Wi-Fi o WiMax que se comen el pastel a precios mucho menores, aporta mayor ancho de anda y se integran con mutitud de dispositivos.
En Digitalismo se plantean estos días algunas consideraciones sobre cultura "mobile". Especialmente, me ha gustado la referencia a "Mobile Usability en Nokia", un libro sobre usabilidad aplicada a la Internet móvil, con sus posibilidades limitadas de entrada de datos y sus pequeñas pantallas.
El reto de diseño en estos dispositivos es interesante. No en vano, la web móvil penetrará en el mercado masivo de consumo antes o después, aunque sea a través de la propia obsolescencia planificada de los terminales.
Quizá proyectos como FON cambien las cosas.
móvil, web, telefonía, dispositivos
5 comentarios:
Muy interesante texto.
Simplemente me gustaría añadir dos cosas:
1. Yo iría más lejos cuando se habla de WAP. Para mi, esta tecnología nació muerta. Todo se envolvió en el orgasmo colectivo de los salones de moqueta cara en los que se planificaron los repartos de beneficios, en el momento del boom puntocom. Que ya se vio cómo terminó.
2. Hoy mismo he leido en algún sitio un informe que pone a caer de un burro a FON, que con todo lo que se dice, sólo parece tener no más de 2700 puntos de acceso en todo el mundo. Lo cual suena ridículo.
Curiosamente, hoy leía un informe sobre lo que va a suponer la adopción de AJAX en los móviles para su despegue como herramienta de navegación, debido a que elimina el tiempo de espera por la latencia en estas redes.
Más información aquí:
http://alex.dojotoolkit.org/?p=586
Hablando de WAP coincido en que nacio muerta. Si los usuarios que entonces teniamos que utilizar modem nos quejabamos del poco ancho de banda, y lo cara que salia, WAP ofrecia mas lentitud, menos información, a cambio de ser mas cara, todo un chollo para los usuarios.
Hablando del futuro, os habeis fijado que en la serie "La Guerra de las Galaxias" que se supone que iba del futuro y eso a ningun guionista se le ocurrio la existencia de algo parecido wifi en el futuro.
A mí hay una palabra que me ronda todo el rato respecto a la tecnología móvil: incomodidad. Quizá tenga que ver con un gran cuello de botella: el teclado. Y es que este hábito de aporrear pedacitos de plástico nos condiciona mucho.
Muy maja la reflexión y los comentarios, por cierto.
Efectivamente, yo también pienso que WAP nació muerta. Esencialmente, porque como ocurre muchas veces se intenta vender algo que:
(1) todavía no existe como tal
(2) tiene dificultades con la infraestructura existente, incluyendo la incomodidad de la que hablaba Julen
(3) el mercado no demanda e intentan crear una necesidad
Quizá FON no sea la panacea, pero aporta algo al oscuro mundo de las operadoras. Aunque es posible que se termine convirtiendo en otro "provider" ávido de facturación.
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