Primero fue la famosa OPA de Gas Natural sobre Endesa (apoyada por La Caixa). Gobierno y oposición se enzarzan politizando la operación. El culebrón continúa con la entrada de los alemanes de e-On. Cuando parecía todo resuelto aparecen las constructoras: Acciona se hace con un porcentaje importante de Endesa, provocando que las acciones se disparen en Bolsa y obligando a e-On a reconsiderar su oferta, mientras los accionistas se frotan las manos. Y por otro lado, ACS se hace con el 10% de Iberdrola con vistas a una posterior fusión con Unión Fenosa, donde la constructora tiene una participación superior al 35%.
La estrategia de las constructoras parece que deriva hacia la energía: ¿qué les impulsa a esta decisión? ¿Se habrá acabado el filón del ladrillo? Estas empresas (y otras, como las cajas de ahorro) han crecido tanto (supongo que debido al boom inmobiliario y a las hipotecas) que tienen "recursos disponibles". La actividad primigenia de las empresas se diluye en pos de una diversificación de actividades.
Sólo espero que este baile de figuras no repercuta (más aún) en los precios del mercado energético. Porque, en definitiva, siempre suele "pagar el pato" el usuario de a pie.
sector energético, energía, Endesa, Acciona, España
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