Como prometí, cuento mi primera experiencia low-cost, con Vueling.
Como ya comenté, los horarios (al menos el de salida de Madrid) son un poco intempestivos (05:45 AM), pero te permite aprovechar más en tu destino. Una ventaja es que cierran los mostradores de check-in sólo 30 minutos antes del despegue, lo que ahorra esperas innecesarias.
Dentro del avión, lo primero que te sorprende es la familiaridad con que te tratan. El capitán y la sobrecargo te tutean (lo que, para algunos, puede ser un problema pero a mí no me importa), y la presentación es muy cercana: tenemos a la sobrecargo Holly de Madrid, a Lucas de Asturias y a Luis de Alicante. La atención al cliente es sensiblemente mejor que en otras compañías como Iberia. El entretenimiento durante el vuelo es variado: capítulos de Friends y Los Simpson y deportes extremos. Las revistas son Cinemania y Rolling Stone. El servicio de catering se limita a unos caramelos, aunque por módicos precios tienes una carta (no muy extensa) de productos.
Como algo negativo el menor espacio que tienes en tu asiento -algo esperable-, a pesar de ser un flamante Airbus A320 nuevo y las terribles turbulencias que pasamos sobre los Pirineos.
En definitiva: una aerolínea muy cool. Me ha gustado la experiencia Vueling. Y, encima, hoy me han mandado un correo haciéndome un descuento de 10€ en mi próximo trayecto, que no es gran cosa pero se agradece. Parece que la calidad en las líneas aéreas ha dejado de ser un lujo.
¡Le deseamos un feliz Vueling!
Vueling, review
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