Hasta aquí todo normal, ¿ verdad ? Pues no. Porque resulta que se han llevado al pequeño de la familia, un portátil de 15'' que bautizamos como Carlitos. Y Carlitos ha tenido la mala suerte que Al Qaeda pasaba por Londres este puente.
Así que en vez de viajar en el bolso de mano de su mamá, basta con imaginarse a la pobre máquina botando en la bodega del avión (a -50ºC) o al personal de handling tratando las maletas para intentar hacerse con un funda protectora más resistente. Sólo 300 euros de nada por asegurar la salud de nuestro compañero de viaje.
Los padres, claro, temen por la integridad del pequeño. Y no son los únicos... Todo con tal de recogerlo en el aeropuerto y comprobar que sigue respirando. Como decía David:
Nuestro ordenador es un nuevo tipo de mascota lógica. De algún modo, la información está viva en ella y nuestra común relación es diferente a la que tenemos con la tostadora o la nevera.
En palabras de Deckard: "Los seres eléctricos también tienen su vida por pequeña que sea."
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