Landis se inyecta testosterona (presuntamente) y hay dos personas más felices en el planeta: su mujer y Óscar Pereiro. Pero los aficionados al ciclismo no podemos felicitarnos: el sentido más puro del deporte aboga porque la honestidad y el juego limpio son tan importantes como la calidad de tus resultados.
Me ha sorprendido gratamente que se defienda de estas acusaciones de dopaje desde su blog. Esto de los blogs nos da la oportunidad de establecer contacto o mantenerlo con personas que, sin esta herramienta, estaríamos muy lejos de tratar de forma habitual. Los blogs son conversación, dicen.
Pero si esto es así, amigo Floyd, si utilizas la Red para ejercer tu legítimo derecho a defenderte y produciendo -como produces- el triple de testosterona que el resto de seres humanos, utilízala para abrir los comentarios en tu blog. No deberías cerrar la puerta...
Landis, dopping, blogging
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