Conviene que recordemos este término (via BlogInnova) porque será cotidiano en las próximas décadas. Se trata de un nuevo paradigma de convergencia de ordenadores, wireless, sensores biométricos, agentes inteligentes, personalización y máquinas emocionales, que dotarán de inteligencia a nuestros entornos habituales, domésticos y de trabajo, y amplificarán nuestras capacidades cognitivas.
Julen ya comentó algunas cosas al respecto en Futuro futuro: sensores en el año 2020: los aparatos aprenderán nuestras necesidades y luego las anticiparán. Crearán un ambiente inteligente, a nuestra disposición.
Estoy convencido que esta nanotecnología revolucionará disciplinas muy diversas, desde la biomedicina hasta el marketing o el CRM.
El futuro es esperanzador por las posibilidades que estos dispositivos aportan, pero en la actualidad con simples RFID (identificadores por radiofrecuencias, los "nuevos códigos de barra", mucho menos evolucionados que los escenarios que se plantean) parece preocupante el impacto sobre nuestra privacidad y seguridad por el uso/abuso por parte de terceros. Por ejemplo, en el escenario que planteaba Rubén en "De paseo por el banco del futuro":
Dentro de un tiempo no muy lejano, nos guste o no, nuestras tarjetas de crédito llevarán dispositivos RFID, sobre todo los clientes preferenciales. Entraremos en un banco y si somos de este tipo de clientes, alguien vendrá a recibirnos en la misma puerta. Todos los empleados conocerán nuestro nombre. Las pantallas que habrá en el banco nos mostrarán información especial para nosotros, si tenemos hijos estudiando, préstamos de estudios, si es época de vacaciones, préstamos para viajes, etc …
Los folletos del banco también pueden contener chips RFID y además comunicarse con el chip RFID de nuestra tarjeta de crédito. Una vez en casa, nuestra tarjeta de crédito tendrá más información sobre el folleto elegido. La próxima vez que acudamos al banco tendrán más información sobre nosotros y así sucesivamente.
El tema asusta. Si aún no estáis paranoicos con el tema (hay hasta RFID subcutáneos), echadle un vistazo a la web de Spychips, un libro (con versión en castellano) sobre que pretende destapar una conspiración tipo Big Brother, donde se plantean los riesgos de que los gobiernos y grandes corporaciones controlen nuestros movimientos.
Quizá nuestro mundo se convierta en Matrix, donde las máquinas controlen nuestra vida y nuestra realidad. Quizá todos seamos un Agente Smith, un programa de Inteligencia Artificial con capacidad para responder al entorno: "I'm sorry. This is a dead end".
Voy a comer... que empiezo a desvariar.
Más información sobre AmI:
- JRC/IPTS-ESTO (2004) eHealth in the Context of a European Ageing Society. A Prospective Study
- ISTAG (2001) Scenarios for Ambient Intelligence in 2010
- ISTAG Ambient Intelligence: from vision to reality
Ambient Intelligence, AmI, RFID, privacy
2 comentarios:
El RFID da un poco de miedo, es como un gran hermano que nos visitará y nos catalogará no dentro de mucho.
POr ahora las aplciaciones "amigables" parece que nos ayudarán en la vida cotidiana, pero ¿QUIen sabe?
Me atreví a escribir algo en mi blog al respecto:
http://almadormida.blogspot.com/2005/12/t-el-gran-hermano-en-el-tubo.html
Saludos
Me gusta lo de "inteligencia ambiental", creo que resume muy bien lo que viene. Hace algun tiempo que con la domotica puedes crear estados o situaciones y que toda la casa adapte luces, persiana, temperatura, etc a ese estado. Recuerdo haber leido sobre edificios de oficinas en donde los ascensores aprenden la rutina de la gente y si por ejemplo tu sueles bajar a comer a una hora siempre, pues el ascensor intenta estar alli a esa hora para que no esperes, y de paso optimizar recorridos.
Lo de Spychips lo vi en una conferencia de Bruce Sterling en Barcelona, y la verdad es que es una cosa muy seria como para tomarla a ciencia ficción.
Salu2
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