14 mayo 2006

Consultoría creativa

Una nota rápida que quiero dejar escrita sobre la creatividad aplicada a los procesos de trabajo en consultoría, donde sabéis que me muevo.

Una cuestión que defiendo es que la consultoría es esencialmente un proceso creativo. Los consultores son/somos solucionadores de problemas
. El cliente plantea una situación real en un entorno real con demandas muy variables y la consultoría debe aportar una solución creativa al problema en colaboración con un grupo de actores, participantes y usuarios.

El enfoque tradicional de resolución de problemas como un proceso altamente racional y programado es simple y nítido, pero insuficiente en la actualidad, debido al dinamismo y a los cambios a que están sujetas las organizaciones actuales.

Nuestra cualificación principal a este respecto debe ser la habilidad para facilitar procesos creativos de cambio, implicando activamente a los participantes y siendo capaces de relacionar la situación inicial con un contexto dinámico generado por diferentes entornos. Debemos evitar estos modos rutinarios (en vez de quedar atrapado en ellos), a través de espacios de reflexión y creatividad en interacción con todos los agentes vinculados con el problema.

Por tanto, los métodos creativos son necesarios para resolver problemas en la práctica. Sólo me queda una duda:

¿ Podemos promover la creatividad en nuestros clientes ?
¿ Implicarlos hasta el punto de que aporten creatividad a los proyectos y aprender de sus conocimientos ?

Ése es un reto que debemos superar. Y es que otra forma de hacer consultoría es posible.

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5 comentarios:

Julen Iturbe-Ormaetxe dijo...

Hola, Alfonso.
No me cabe duda de que en cualquier negocio una fuente básica para aprender son los clientes. Puede ser simplemente "de" los clientes, pero claro que siempre es mejor "con" los clientes.
Saludos.
Julen

Alfonso Romay dijo...

Ése debería ser nuestro reto, ¿no? El cliente no sólo compra nuestra solución/experiencia, ¡ busca respuestas !

Y descubrir juntos ese camino es apasionante. Por eso cada vez más, me rebelo contra las soluciones empaquetadas: el cliente es diferente, y generalmente requiere soluciones diferentes, creativas.

Sergi Flamarique dijo...

Estoy totalmente de acuerdo.

Cada cliente es un mundo y lo que les hemos de ofrecer es la creación de un camino, que andaremos cogidos de la mano, para enriquecernos mutuamente, y este camino sera único para cada cliente ya que todos y cada uno tienen su propia marca y estilo, que lo diferencian del resto.

Ali dijo...

Esto de la creatividad en consultoria me recuerda una vieja anédocta (convenientemente actualizada por los chicos de CPI) los lápices de la agencia espacial rusa.

La conclusión de la anécdota es que muchas veces un exceso de "creatividad" mal entendida lleva a soluciones caras y complicadas. Lo primero rentable para la consultora y lo segundo importante para la empresa que contrata sus servicios, porque así puede justificar (moralmente) por qué se gasta toda esa pasta en buscar soluciones que a posteriori son obvias.

Alfonso Romay dijo...

Ali, me ha gustado lo del boli spacial. Hombre, es un caso extremo, pero ¡ya me gustaría que me pagaran 12 millones por un proyecto a 10 años! ;-)

Hablando en serio, me refería a que el consultor utilice la creatividad como herramienta de trabajo, no a crear productos que no existen... A veces estas consultoras grandes son enormes "vendedores de humo"...