Olvida la agenda y el teléfono, camina, observa, habla con la gente, conoce otros lugares.
Haz todas las cosas que no harías en un día normal, agobiado por la rutina.
Si puedes permitirte el lujo de desconectar entre semana, seguro que lo notas. Quizá a tu jefe le dé un ataque, pero parece muy sano para (al menos) plantear un fin de semana "desconectado".

1 comentario:
Un aporte prestado de un argentino afincado en Madrid, Daniel Bustelo: EL NIVEL DE AUTOEXIGENCIA ES ENEMIGO DE LA CREATIVIDAD.
Gratificante y sobre todo liberador.
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