12 febrero 2006

Desarrollo personal: ¿ mejorar puntos fuertes o puntos débiles ?

Viendo AtencionBlog (via), he leido esta leyenda que reza:
"Céntrate en tus debilidades, que tus fortalezas ya se cuidarán por sí solas"
No estoy totalmente de acuerdo, y la pregunta que plantea es crítica: ¿ Debemos desarrollar nuestros puntos débiles o mejor centrarnos en nuestros puntos fuertes ? Nuestras pautas aprendidas de formación siempre están orientadas a desarrollar nuestras debilidades.

Rompamos las reglas.

Me planteo: ¿ es práctico desarrollar un punto débil ? La respuesta es claramente afirmativa en el caso de competencias técnicas que te permitan desempeñar con éxito tu puesto de trabajo. Pero en el caso de competencias personales (Inteligencia Emocional), mucho más difíciles de desarrollar y que precisan de un desarrollo continuo, parece más práctico centrarse en desarrollar tus aspectos más fuertes, controlando, eso sí, tus puntos débiles.

Dicho de otro modo: una persona que no tenga ninguna capacidad de liderazgo, ¿ puede llegar a convertirse en un líder ? Seguramente el esfuerzo sea enorme en recursos, esfuerzo y tiempo para obtener una mejora que nunca alcance el objetivo. Sin embargo, si tienes una buena orientación al cliente, procura mantenerla y desarrollarla. Será mucho menos costoso y el beneficio de ese esfuerzo será mucho mayor.

Por tanto, parece más lógico centrarnos en nuestros puntos fuertes, consiguiendo ser diferenciales en ello (personal branding) y controlando nuestros puntos débiles para que no se conviertan en un lastre.

Conclusión: Intensifica tus puntos fuertes.
Y enfoca tu plan de desarrollo en esa dirección.

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2 comentarios:

Gonzalo G. Cotorruelo dijo...

Totalmente de acuerdo, a las personas se las valora profesionalmente por sus puntos especialmente fuertes, no por los mediocres. Si te centras en poner al nivel de todo el mundo tus habilidades/compentecias poco desarrolladas ¿qué diferencial estarás ganando?

Muy buen comentario

Consultor Anónimo dijo...

Creo que era Drucker quien decía lo contrario: "cuesta bastante más energía pasar de la incompetencia a la mediocridad que de la primera categoría a la excelencia".

Y estoy de acuerdo con él... no solo costará menos energía, sino que nos dará más satisfacción a nivel interno, y mejores resultados a nivel externo.