10 junio 2006

Hay que correr mucho para quedarse en el mismo sitio

Volvemos al tema matriz de este blog, la creatividad.

Leyendo Presentation Zen, ese blog sobre cómo mejorar la capacidad de transmitir en una presentación, llego a su entrada "You are creative" (que tiene 2ª parte). Dominar con eficacia la transmisión de un mensaje es una técnica útil en muchos ámbitos, no solamente en programación, diseño o consultoría.

Garr Reynolds se centra en resaltar una idea que ya hemos comentado: todos somos creativos, en mayor o menor medida. Hay circunstancias que favorecen la creatividad y otras que no, pero no es necesario ser un "artista" para considerarse creativo. Las soluciones creativas están casi siempre en las pequeñas cosas...

La segunda idea que maneja es que, evidentemente, la única forma para manifestarlo e incrementarlo es utilizándolo. Y da algunos consejos a tener en cuenta (extraidos del libro "If you want to write" de la escritora Brenda Ueland):
  1. La creatividad está ahí: la peor de sus pesadillas es creer que no existe...
  2. ¿ Para qué la creatividad ? Porque es la vida misma. Tu esencia. De hecho, es quizá la cualidad más importante que tenemos.
  3. La imaginación y la inspiración requieren períodos de reflexión, de inactividad, casi de pérdida de tiempo. Un pensamiento creativo nunca llegará en entornos de stress, de rapidez, de plazos límites.
    Vivimos en la era de la velocidad. El mundo que nos rodea se mueve con más rapidez de lo que jamás lo había hecho. Nos esforzamos por ser más eficientes, por hacer más cosas por minuto, por hora, cada día. Necesitamos descansos creativos.
  4. Lo que desarrollas hoy está basado en tus descansos creativos de ayer, en tu largo recorrido de tranquilidad y aislamiento. Necesitas "tus momentos". Ése es nuestro reto de inteligencia creativa... Un buen ejemplo son los momentos BTT de Julen: no entiendo como consigue pensar mientras sube las rampas del Pagasarri.
  5. La tranquilidad es clave: nada creativo puede venir del nerviosismo y las prisas. Toda la potencia de la inspiración aparecerá cuando las circunstancias sean favorables. Esto me recuerda que me hablaron hace poco de "El elogio de la lentitud". Parece que hay todo un movimiento que propugna esa "lentitud" como antídoto. El culto a la velocidad nos ha empujado hasta ese punto de ruptura. Vivimos al borde de la extenuación, y tanto el cuerpo como la mente nos recuerdan constantemente que el ritmo de la vida gira vertiginoso, descontrolado.
  6. Fíjate en los niños, piensa en cómo recargan sus pilas. Recuerda de vez en cuando su libertad, su despreocupación por el entorno, su descaro... No perdamos esa inocencia y esa versatilidad de la infancia.
  7. La inspiración creativa aparece cuando menos lo espera: en momentos de claridad pasiva, no cuando queremos que aparezca. No podemos hacernos esclavos de nuestra relación cada vez más dependiente del tiempo.
  8. Debes descubrir qué hay dentro de tí, cuál es tu capacidad creativa de inspiración y conocimiento: ¿ otra vez marca personal ?
  9. ¡Entusiasmo! Un buen indicador de que la cualidad creativa marcha bien.
En definitiva, para fomentar la creatividad debemos evitar lo que le decía la Reina Roja a Alicia: "Hay que correr mucho para quedarse en el mismo sitio"... Quizá debamos volver a la concepción más antigua del tiempo, cuando todo se basaba en el ciclo de las estaciones.

Justo lo contrario de ese principio taoísta del Wu-Wei (la inacción), tal mal interpretado en Occidente: el tao (la creatividad, por extensión) viene tras un proceso de relajación y abandono de sí mismo, no tras un proceso en el que intentamos imponernos algo a nosotros mismos algo, como la inmovilidad. No se llega a través del camino de la ciencia, la moral, la religión o esforzándonos en algo.

Es urgente no hacer nada... Esto no significa inactividad.
Eso es crear y, por tanto, eso también es vivir.

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3 comentarios:

Unknown dijo...

¡Me encanta el mensaje¡.
Eres un valiente al comunicar propagar un mensaje tan políticamente incorrecto y tan incomprendido.

Alfonso Romay dijo...

La propuesta oriental de ese paradójico Wu-Wei (hacer sin acción) es realmente seductora, pero imposible de comprender si no lo haces con amplitud de miras.

Nuestra educación occidental se basa en la cultura de que, por encima de los medios, está la consecución de los objetivos, y que son los logros los que determinan ese apreciado valor social llamado éxito, que a veces tratamos de alcanzar incluso a costa de las conductas más deplorables.

Esa no es la respuesta: en buena media, me encantaría pensar que la respuesta al éxito se encuentra en la búsqueda pausada de esa paz interior, en la unión de nuestra creatividad con una serie de valores básicos.

Lo dejo ya, que me pongo filosófico...

Lula Towanda dijo...

La inspiración o la idea vienen cuando menos los esperas, muchas veces sin poder tomar nota antes de que se evapore. En mi caso existe un lugar en Madrid, en la M-30 a la altura del puente de ventas, en el que he tenido dos o tres ideas estupendas que resolvían problemas que me rondaban la cabeza desde hacía tiempo.
Otro lugar de inspiración son las tareas domésticas (un estado de casi no pensar), mientras estoy con el scott brite limpiando los quemadores de la cocina (odio las vitrocerámiscas), inhalando amoniaco, de repente: zas, la idea.
Bertrand Russell, decía que cuando intentamos resolver algún problema que se resiste, había que dejarlo en un segundo plano (ejecución en modo background) y que la solución afloraba en el momento más inesperado.
Sin embargo, a veces el stress te agudiza la mente, como cuando llevas un toro corriendo detrás de ti que corres mucho más rápido.
Tal vez sea una combinación de descanso y stress moderado lo que hace que esto funcione.
Estoy de acuerdo que todo el mundo tiene creatividad, pero unos sienten la necesidad de desarrollarla y otros no, como el comer y el rascar que todo es empezar.