Comentaba con Juan Freire en nuestro encuentro del otro día que el futuro de una sociedad innovadora (eso que los políticos llaman "sociedad de la información" con tono pomposo) como debe ser la europea, depende en buena medida de la capacidad de sus miembros (en este caso, los países y sus regiones) de crear una red inteligente que coopere, enlace y facilite la creación y compartición de conocimiento. En este caso, la conversación versaba sobre datos GIS (geoespaciales), pero el problema es extensible a otros ámbitos.
En esa línea, leo en BlogInnova que Europa ha publicado un manual (llamado Manual PAXIS, Pilot Action of Excellence on Innovative Start-ups) que recoge las mejores prácticas en materia de innovación realizadas en Europa. En el caso español, se recogen las prácticas llevadas a cabo por la Comunidad de Madrid a través de su política regional de apoyo a la Creación de Empresas de Base Tecnológica. El apoyo a la capacidad emprendedora requiere marcos de apoyo y pensamiento estratégico adecuados, incluyendo el análisis de los activos tangibles e intangibles. En este sentido, dos herramientas han sido recogidas en el manual: la metodología ISCI de evaluación del Capital Intelectual Regional y una herramienta de monitorización de las políticas de creación de empresas de las instituciones basada en el modelo EFQM.
Lo que me no había visto antes es la utilización de modelos de excelencia para la medición del perfil innovador de una empresa. EFQM, aún no siendo normativo, ofrece un marco interesante de evaluación de la empresa, utilizando un esquema de análisis homogéneo que lleva años usándose en el contexto de la excelencia empresarial.
Evidentemente, la buena gestión es fundamental para la innovación, pero la mayoría de las pequeñas empresas no tienen tiempo para desarrollar las aptitudes de gestión y las estructuras necesarias. Es lógico: la supervivencia debe estar asegurada antes de pensar de forma estratégica. Pero también es cierto que los ciclos de gestión y de innovación están estrechamente relacionados.
Por eso creo que es interesante que se conozcan estas prácticas a través de un manual y se faciliten modelos que las simplifiquen (autoevaluaciones, cuestionarios, programas piloto, ...) de forma que las empresas -especialmente las pequeñas- tengan capacidad de asimilarlas. Eso permite desarrollar un enfoque que ayuda a mejorar las técnicas de gestión y, por extensión, los niveles generales de innovación.
Y no olvidemos que la innovación determina, en buena medida, nuestra capacidad competitiva medio y largo plazo.
Juan Freire, innovation, Europe, PAXIS
No hay comentarios:
Publicar un comentario