Pensando sobre mi nuevo cambio de plantilla y la "imprudencia" (consciente, eso sí) de poner mi nombre real, llegué a "La vulnerabilidad de la privacidad en Internet" (requiere registro gratuito).
Es conveniente no olvidar que la privacidad en la Red no existe. Todo queda registrado: tus búsquedas, tus IP, las páginas que visitas, los archivos que descargas. Piénsalo mejor antes de volver a descargar vídeos guarros. Por otro lado, la Ley de Protección de Datos ampara nuestra información personal. Pero, ¿hemos pensado en cuántas veces somos nosotros quienes damos esos datos sin pensarlo? Recuerda esas promociones de galletas, yogures o café soluble, suscripciones de revistas o descuentos de supermercado.
Y no sólo eso: también nuestras opiniones, comentarios y reflexiones son de dominio público. Tu blog habla por tí, mi querido amigo. Y tu fotolog, y tu conversación en otros blogs y tu red social. Como decía Pepe Cervera, "nos dirigimos a una Era de la Memoria, en la que pasados pecadillos nos acecharán para siempre y el olvido será un lujo". Son huellas difíciles de eliminar. ¿Quién sabe lo que pensará mañana un futuro empleador de lo que escribimos hoy?
Evidentemente, esa sobreexposición es beneficiosa (o al menos, suficientemente beneficiosa) pero también puede tener efectos devastadores. Hemos renunciado a parte de nuestra privacidad, pero:
¿Hemos evaluado si merece la pena?
¿Pasaremos del spam y la telebasura a la "basura digital" ?
privacidad, Internet, memoria, web
2 comentarios:
Deberías leer Death of ephemeral conversation de schneier, en inglés claro. La traduje para mi blog pero mejor te enlazo al original si no tienes problemas con el idioma ;)
Gracias por el enlace, versvs.
Le echaré un vistazo en cuanto tenga un rato.
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