Hace un par de meses comentábamos en "El papel de la ingeniería" del reto del ingeniero como persona capaz de combinar el conocimiento y la creatividad para generar soluciones, y aplicar el conocimiento técnico para que la idea sea funcional junto al pensamiento lógico para implementarla.
Sin embargo, percibo en nuestra formación que nos falta una base combinada de sociología, psicología e incluso humanismo. Disciplinas en las que no estamos formados. Entender que la tecnología no es todo es una lección dura de aprender y es el primer reto intelectual del ingeniero recién salido. El dominio de la tecnología es un reto a corto, pero a medio plazo el éxito depende mucho más de un mejor aprovechamiento de sus personas, de una buena selección de personal y de la motivación de tu equipo.
En esa línea he empezado a trabajar en un proyecto que pretende integrar todas las buenas prácticas de gestión de las normas internacionales: EFQM, RSC, Investor In People, etc. El proyecto es interesante bajo el prisma de definir modelos que faciliten un marco de evaluación conjunta y permitan diseñar modelos de gestión más humanos. Aunque no deben entenderse como un fin, sino como un medio que, más que teorizar, permita que las personas sientan un compromiso que los vincule a esas acciones.
Simplemente no puede quedarse en papel mojado.
Es importante invertir en la felicidad de la gente.
ingeniería, consultoría, humanismo, compromiso
1 comentario:
Totalmente de acuerdo.
Nuestra formación como ingenieros tiene muchas carencias, pero la más sangrante es la que tú indicas.
Publicar un comentario