Hacer en un día cuatro viajes en AVE (Zaragoza-Marid-Sevilla) da para pensar mucho.
Aparte de certificar lo bien que funciona la alta velocidad, estuve fijándome en los pasajeros a mi alrededor y el uso de las tecnologías. Como apuntaba JJ en "Entretenimiento a bordo", cada vagón está cada vez más lleno de "pijorricos" electrónicos: portátiles, iPods, reproductores MP3, móviles 3G, agendas electrónicas, etc.
Pero lo que más me sorprende es la bajísima implantación del billete electrónico (a pesar de las cifras): apenas unos pocos utilizamos la comodidad que supone imprimirlo en casa. Se compra igual que el aéreo, pero presenta incomodidades como la necesidad de canjearlo en la estación la primera vez.
Por otro lado, sería lógico que si la impresión de los billetes físicos tiene unos costes y estos se cargan al consumidor, eso repercutiera en una reducción del precio.
Y, hablando de nuevas tecnologías en los trenes, podían estirarse y poner Wi-Fi gratuita (en los vagones y en la estación). Con lo que cuesta el billete, sería todo un detalle.
AVE, Zaragoza, Renfe, billete electrónico, Wi-Fi
3 comentarios:
Tienes razón, Fernando.
Al menos en el trayecto Zaragoza-Madrid, los viajes de negocios ganan por goleada. Pero no me dió esa impresión en el caso de Madrid-Sevilla, donde sí se ven más familias.
Respecto a Wi-Fi ya me lo imaginaba, pero por pedir que no quede. ;)
Yo me uno a lo del wifi en las estaciones y en el tren. Y aún pido un poco mas. Me gustaría que en los trenes hubiese enchufes para poder conectar los portátiles.
Aunque cualquier portátil aguanta el viaje, por ejemplo a Madrid, no estaría de mas que pudiésemos recargarlos, o al menos no gastar batería. Seguro que lo pagamos de sobra.
El problema de las familias es que no hay alternativa al AVE: o vas en AVE pagando precio de viajero de empresa, o no vas. Y eso tampoco está bien.
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