Ahora que llegan las elecciones, vuelve la eterna duda. Como ciudadano, quiero ejercer mi derecho al voto, pero no está nada fácil.
Mi problema es que he perdido la identificación con cualquier partido político (si alguna vez la tuve). Me aburren los ejes izquierda-derecha, me aburre que unos hablen de "la derechona" y los "rojos", el "somos progresistas" y el "centro derecha moderado". Me cansan las campañas de crispación, acusaciones y "prietas las filas". Me cansa la tradición política y su discurso sectario. No entiendo que la política anteponga territorios a personas. Creo que muchos votantes (a diferencia de los políticos) han superado esa etapa hace tiempo. Se necesita frescura y caras nuevas en este ambiente tan carcomido.
¿ Líderes o quiénes pretender serlo ?
Puede ser un error de apreciación, pero tengo la sensación que el 90% de los ciudadanos ya tienen decidido su voto. Lo siento, soy incapaz de votar con el corazón, siempre votaré con la cabeza. A quien crea que ha trabajado bien estando el poder o a una alternativa coherente de la oposición. No puedo "votar y olvidar". Me sigue encantando la visión del partido político para una era de "política abierta" de la que hablaba Paul Hilder. Republicanismo cívico.
UPDATE: Por favor, eliminen la pegada de carteles y las furgonetas con altavoces.
política, colaborar, participar, elecciones
4 comentarios:
Ahora que llegan las elecciones, vuelve la eterna duda. Un buen comienzo para un post con el que estoy de acuerdo sólo en algunas cosas.
La política, como casi todo en este mundo, está llena de tags ;-) Derechona, rojos, liberales, progresistas, españoles, humanistas, católicos... qué más da. Cada cual, como en Flickr, pone los tags a su antojo.
Yo desde que perdí la inocencia política voto por estética, que es lo único que nos queda.
Por si sirve de algo.
Será cuestión de considerarlo :D
Yo hace tiempo que perdí mi ilusión por los políticos, pero aún me queda una, que terminen las elecciones y nos dejen en paz.
Yo no voy a votar.
La democracia es un concepto vacío. No tiene significado, salvo por querer ser la negación de algo que no queremos sufrir de nuevo. Es una religión que aboga por el conformismo y el utilitarismo.
Las razones por las que se votan, son:
1) Porque respondemos al papel de "consumidores" hasta del "producto ideológico" anunciado en periodos electorales.
2) Porque no comparamos nuestras ideas con lo que nos ofrecen. Simplemente comparamos las ventajas que nos ofrecen como particulares cada uno de los partidos. Que si me libro de la mili, que si me ponen el AVE, que si me quitan tal impuesto. La basura neoliberal de "el egoísmo individual genera riqueza colectiva" puesta en práctica por lo bajini.
3) Porque no queremos nada que exija más de nosotros, como ciudadanos. Es un equilibrio inestable entre el estado que nadie quiere (salvo para llorarle en última instancia por si cuela en casos "filatélicos") y la ciudadanía por la que vela, y que sólo busca hacérselo difícil. Como si pagar impuestos fuera un acto de suprema generosidad, nunca suficientemente valorado.
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