04 enero 2006

Desobediencia creativa

Leo en Forbes un artículo sobre Keiichi Kikuchi, quien es conocido en Japón por ser el CEO de una de sus mayores empresas editoriales. Habla el artículo sobre su secreto: la introducción de cross-merchandising en sus tiendas.

Vende CDs, fotografías, figuras y otra parafernalia relacionada con el libro que está en cada estantería: en la misma estantería que la novela Norwegian Wood de Haruki Murakami puedes encontrar el álbum (Rubber Soul) donde aparece la canción (Norwegian Wood es una canción de los Beatles) y otros libros que inspiraron la novela, como Breakfast at Tiffany's de Truman Capote o una colección de fotos de Audrey Hepburn, que protagonizó la película del mismo nombre.

Otras empresas ya han realizado experiencias parecidas, como Starbucks, que busca la experiencia más 'cool' posible para el cliente: libros, revistas, juegos, conexión a Internet, etc. Podéis ver más ideas de experiencia de cliente de Starbucks en Fast Company.


Y todo esto en un negocio, como éste, que parece tendente a desaparecer con el tiempo, o al menos a ver significativamente disminuidas sus ventas. Crear nuevos negocios debe fundamentarse en esta lógica de desobediencia creativa, aplicada sobre una base de sentido común (empresarial, se entiende). Como comenta Rodolfo Urdiain:
Los negocios no se realizan como dictan los libros, o por lo menos no los negocios innovadores. La fábrica de nuevos negocios se llama: prueba y error. Prototipos, ideas y proyectos arriesgados, alocados, absurdos, rápidos. Ensayo, error, ensayo, error y, de pronto, ¡ funciona!

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3 comentarios:

Gonzalo G. Cotorruelo dijo...

quizás hay que estar un poco loco para innovar.

Genial post!!!

Alfonso Romay dijo...

Muchas gracias, Gonzalo.

Anónimo dijo...

A mi tambien me ha encantado. A veces haces cosas geniales.