Estoy viendo el debate en el programa "Enfoque" de Pedro Piqueras (RTVE). Me resulta especialmente interesante el tema de hoy: la conciliación de vida laboral y familiar, incluso de nuestro ocio.
Participa, entre otros, Ignacio Buqueras, presidente de la Comisión Nacional para la Racionalización de los horarios españoles y su normalización con otros países de la UE, que asegura que la conciliación «pasa por tener unos horarios europeos y así tener una mejor vida laboral y familiar».
Según explica, no hay que confundir «entre estar trabajando y estar en el lugar del trabajo», por lo que propuso jornadas laborales «más intensas, más productivas y rentables para las empresas». No puedo estar más de acuerdo. Libertad de horarios, similar a lo que planteaba Julen en el germen de sus ideas radicales. Mi amigo Sísifo contó su experiencia cuando tuvo que rechazar un buen trabajo porque no le permitía compatibilizar vida laboral y familiar.
España es el país europeo en que más horas se trabaja y el tercero menos productivo, de ahí la necesidad de adoptar jornadas de trabajo que se interrumpan tres cuartos de hora o una hora (máximo) para comer y que concluyan entre cinco y seis de la tarde.
Precisamente esto tiene un efecto colateral perverso: el abandono de los niños, que pasan la mayor parte del día solos. Me ha impresionado el concepto de "niño llave": niños que, desde muy pequeños, tienen llave de casa, porque sus padres nunca están en casa cuando llegan. En Japón y ahora en Estados Unidos, donde la adicción al trabajo llega a límites insospechados, ha aparecido el fenómeno de los "niños caracol" (Hikikomori): adolescentes que deciden encerrarse en su habitación y acaban convirtiéndose en años de reclusión voluntaria. La familia resignada no hace más que pasarle la comida sin poder mediar palabra con él.
Me preocupa: dedico mucho tiempo al trabajo. Me gusta, me apasiona mi trabajo. Pero cada vez soy más consciente de que debo ordenar mis cajones. Ser igualmente productivo, aprovechando más el tiempo en la oficina y dedicar más tiempo a mi ocio.
conciliación, racionalización, trabajo, workplace
7 comentarios:
Hola:
Sobre el tema de los horarios, en mis escasos viajes por el mundo, he llegado a la conclusión que el país que va al revés es España.
Por lo menos en el resto de Europa, lo habitual es no parar a tomar café a media mañana, y comer algo ligero sobre las 12-13 horas. Después seguir trabajando hasta la hora de salir PUNTUALMENTE del curro, sobre las 17h.
De esa forma disponen de toda la tarde para comprar, hacer deporte, estar en su casa o dedicarse al vicio que más les ponga.
Los extranjeros flipan con España, porque en fin de semana pueden salir hasta las siete de la mañana, pero por contra piensan que no disponemos de tiempo libre (tardes trabajando, fines de semana durmiendo o con resaca).
Saludos. Carlos Lapuerta
A GRANDES RASGOS (PEQUEÑAS PINCELADAS):
- El concepto de "niño llave" lleva ya años siendo corriente en los ámbitos de intervención social con inmigrantes y es que estas personas que en gran mayoría sólo pueden acceder a trabajos de "nueva explotación humana" y que tienden a carecer de redes sociales y familiares, deben dejar en manos de los hijos mayores (7,8 años??) el cuidado y asistencia de la prole en conjunto. Desde hace tiempo que puedes ver a pequeños con la llave colgada del cuello con una cinta.. Parece pues que el fenómeno empieza a extenderse (debe ser que los abuelos españoles están dejando de dar de sí)
- La conciliación familiar y laboral es inversamente proporcionalmente problemática al nivel de ingresos y status laboral de la familia que debe conciliar.
- Igualmente hay una cuestión de fondo y es el tema de la realización personal a través del desempeño laboral y los empleos que son susceptibles de proporcionarla.
- Por otro lado habría también que hablar de la capacidad de delegación de las tareas domésticas que configuran la base de la pirámide hogareña; alimentación, mantenimiento y limpieza. Tareas que consumen gran parte del montante del limitado tiempo diario y que crean un progresivo desgaste físico de quienes las realizan que a su vez derivará en la imposibilidad de asumir "con alegría" otras "menudencias" como: jugar con los niños, hablar con tu pareja, preparar una tarde agradable, cultivar el propio espíritu, etc.
Estoy de acuerdo en que el tiempo es un factor ESENCIAL pero resulta indispensable que se acomentan otras cuestiones transversales que no dejan de influir en que las personas puedan tener armonizadas las distintas esferas de su vida, Ay!!
MUNDO CARACOL
Creo que no solo hay niños caracol, creo que esto es una pandemia y que de alguna forma, la sociedad actual nos hace caracoles en nosotros mismos.
Cerramos las puertas del corazón y enfermamos de inseguridad y soledad.
Sin embargo:
"Puedes abrir tu corazón siempre y cuando quieras hacerlo.
- ¿Y qué sucede cuando lo abres?
Reiko, con el cigarrillo entre los labios, juntó las palmas de las manos con aire divertido.
- Que te curas - afirmó"
(Tokio Blues, p.140)
Y que viva el mail... o no??
Un debate muy interesante. También pude ver un trocito del mismo. No pude ver más, porque cuando a las 8 y pico por fin ibamos a salir e irnos a casa, llegó el jefe de una de sus largas sobremesas y nos llamó para hacer una reunión.
Efectivamente todo es culpa de las largas comidas....del jefe.
Me llamó mucho la atención cuando Pedro Duque comentó que en los EEUU cuando alguién sale a las 7 de la tarde de la oficina está mal visto, los demás lo consideran que es un ineficiente.
Por cierto, creo que hace tres metrópolis (miércoles por la noche), hecharon un reportaje de los japos que no salen de su habitación.
C. Lapuerta.
...quería decir "echaron". C.L.
Supongo que todos seriamos muchos mas eficinetes e iriamos con otra mentalidad a trabajar. Mucha europa pero luego nada. Europa significa mejora, calidad, aunque lvisto lo visto. Yo tambien he viajado mucho y he vivido en otros paises, y la verdad es que dejamos mucho que desear en este aspecto. Yo apuesto por jornadas mas cortas pero mas eficaces, por tiempo libre, y satisfaccion personal.
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