18 febrero 2007

Las necesidad de MBAs

En España padecemos "titulitis", es decir, esta afección consiste en una necesidad patológica de gente ultraformada. Por parte de las empresas, porque piden requisitos exagerados para los puestos que ofertan. Por parte de los demandantes de empleo (aquí no se libra nadie) para poder tener un currículum más aparente (con el nombre del título bien visible). Y por parte de las escuelas de negocio y universidades que fomentan (en muchas ocasiones) la idea que a mayor precio, más relevancia de título y más posibilidades. Y, claro, no siempre es así.

Todo esto viene a cuento porque he empezado a leer "Directivos, no MBA" y en esa línea está la frase de Guy Kawasaki (via Kirai):
"To measure the value of a start-up, just count the number of engineers, each of them is worth 500.000$. Then count the number of MBAs, each is worth negative 500.000$."

"Para medir el valor de una start-up, cuenta el número de ingenieros, cada uno de ellos vale 500.000$. Después cuenta el número de MBAs, cada uno vale 500.000$ negativamente."
Pero no solamente eso: tampoco podemos desestimar la validez de un título universitario y basarlo todo en la experiencia profesional. Hay gente que en vez de tener 20 años de experiencia, tiene 1 año repetido 20 veces.

Interesante el equilibrio a buscar en los procesos de selección.

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4 comentarios:

Julen Iturbe-Ormaetxe dijo...

Yo creo que los caminos para aprender son múltiples y que todos -todos- sirven sin quien aprende tiene la actitud adecuada. No es tanto el título o los logros, es más la actitud lo que nos interesa, ¿no? Parece obvio, pero el problema es que muchas empresas de selección filtran antes por criterios que no tienen nada que ver con la actitud, tan sólo con lo que el papel dice de ti. Y ahí las actitudes son complejas de mostrar.

Nice Lazpita dijo...

Me ha encantado lo de "uno de experiencia 20 años repetido".
Interesante reflexión que me lleva a pensar, cuán conscientes somos de los ciclos en que vivimos, sea de 1 año, de 3 o 7. De desarrollar esa capacidad de darse cuenta de los Deya vu-s (o como se escriba).

Anónimo dijo...

En mi opinión lo importante es que la formación y el trabajo tengan como objetivo lograr una experiencia y un conocimiento.

La unión de la experiencia, el conocimiento, junto con el interés de cada persona debe ser la vía para llegar a un puesto directivo.

Es cierto que en ocasiones se pervierte el sistema bien porque no se encuentra en el mercado a la persona con un nivel suficiente en esa terna o bien porque los objetivos de la persona en cuestión están más orientados a forrarse y satisfacer su deseo de poder que a lograr realizarse como profesional. Cuando no encuentras a la persona adecuada algunas veces

A esto hay que añadir por un lado el frecuente desprecio/desconfianza/competencia mutua entre ingenieros y MBAs y por otro que no siempre hay capacidad en ingeniería para entender y alinearse con el negocio y en el negocio para alinearse en ingeniería.

Suelo decir que la cadena de valor es, dicho de una manera muy simplificada, una multiplicación de factores. Si hay gente competente en cada eslabón, multiplicas pero en cuanto tienes incompetencia en un eslabón lo que hay es una división, lo que lastra el resultado final.

Anónimo dijo...

Estoy de acuerdo contigo,

Aunque también hay que tener en cuenta que en un mundo en el que aprender y demostrar lo que sabes cambia rápido y cuesta comparar, muchas empresas y consultoras de selección se lo ponen fácil con los títulos: estándares con los que comparar las "Marcas Blancas", y creo que sabes a qué me refiero ;-)

Dicho esto, también es verdad que si no entras en el juego, puedes ser un autodidacta total, en ese caso la exclusión de casi certera, aunque hay famosas excepciones que todos conocemos...

Tal vez el equilibrio y el espíritu crítico sean lo mejor, pero también lo más escaso.
Te invito a echar un vistazo a mi artículo sobre le Foro del Empleo 2007 de EAE para MBAs: http://fdomingue.mbablogs.businessweek.com/archive/2007/02/23/175ovaisjs4om

¿Qué te parece?
Saludos,
Francisco