Desaparece víctima de una notable baja de ventas, debido a internet y a las fotocopias estudiantiles, pero, ante todo, a la especulación urbana. (...)Cuando estuve este verano en París, pasé realmente cerca (aunque no la recuerdo). También estuve en Shakespeare & Co., otro minúsculo reducto de sabiduría en estanterías de madera.
Un barrio de alquileres imposibles, ocupado progresivamente por el comercio de lujo y las grandes marcas de moda, que desde el siglo XVII no ha cesado de ejercer una poderosa atracción entre intelectuales, artistas y políticos.
Teniéndome por un "homo technologicus", me deja un regusto amargo el cierre de estos pequeños templos de la cultura. El mundo actual es cruel con los negocios poco rentables y las pequeñas librerías deben especializarse si quieren triunfar en el cuerpo a cuerpo con las grandes. E Internet también hace daño, no cabe duda.
Desde este humilde blog, nuestro pequeño homenaje. Au revoir.
No dejen de visitar las librerías, por favor.
¿ Se imaginan a un padre leyendo a su hijo en la cama un cuento de Andersen en un Tablet PC ?
librerías, París, cierre, mercados, nostalgia
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