27 junio 2007

Inercias y "cero papel"

Dice Michael Rogers (columnista de NYT) en una entrevista (via) que a pesar que la muerte del papel es una de las muchas profecías que ha traído Internet, pero "el papel tiene muchos años de vida, aunque pueda sufrir grandes cambios de formato". Referido a los medios, claro está.

Extrapolando el comentario, me ha recordado a algunas iniciativas que ves en distintas empresas con el mismo objetivo: oficinas sin papel. Las ventajas son evidentes: seguridad frente a falta de control, eficiencia, ahorro de costes, etc. sin olvidar los beneficios al medioambiente.

Nos venden la moto de la Intranet y los sistemas de gestión documental. Todo eso está bien, pero creo que en ninguna de estas inciativas ha triunfado completamente. La gente sigue imprimiendo sus correos, sus documentos. Imprimen hasta las fotos de las vacaciones. Por no hablar del impresionante esfuerzo de transformación de los procesos internos. La maldita resistencia al cambio acecha de nuevo.

Personalmente, no me importa en absoluto leer sobre pantalla. No necesito demasiado papel y huyo de las montañas de hojas en mi mesa. Un cuaderno, algunos folios y poco más. Creo que la gente se está habituando a leer en pantalla, pero también creo que ese tránsito es lento. A pesar de que el uso del papel se ve como un símbolo de las viejas tecnologías hay una superposición constante entre él y las nuevas tecnologías.

¿ Quién se acuerda del typex ?

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2 comentarios:

Julen Iturbe-Ormaetxe dijo...

Creo que mucho del "cero papel" pasa por generar soportes digitales lo más parecidos al papel. Curiosas contradicciones. Puede ser, no obstante, que los nativos digitales lo vean de otra forma. No obstante, yo necesito algo parecido al papel, pero en digital.

Alfonso Romay dijo...

Sí, tienes razón. Una vez leí algo sobre un estudio de Microsoft al respecto. Los usuarios eran más receptivos cuando parecía formato papel: sólo hay que ver el Word o el Outlook para darse cuenta.

De hecho, en muchos de los sistemas que desarrollamos en mi empresa, los formularios de entrada de datos los piden como si fueran el papel que rellenaban en tiempos. Quizá eso les hace aceptar mentalmente ese cambio, no lo sé. Es curioso...