06 abril 2006

Agregar e integrar: Internet es un gran Lego

La integración de sistemas es un proceso que está cobrando cada vez mayor importancia.
Lo comentaban ayer en NYT Technology:
Blocks of interchangeable software components are proliferating on the Web and developers are joining them together to create a potentially infinite array of useful new programs. This new software represents a marked departure from the inflexible, at times unwieldy, programs of the past, which were designed to run on individual computers.
Parece evidente una tendencia hacia la descentralización de la innovación en una industria tan peculiar como el software. En los 80-90, las grandes compañías (Microsoft Apple, Lotus, IBM) dominaban el mercado con sus complejas suites de producto. Hoy nadie se extraña (o no demasiado, vaya) que una pequeña compañía como Writely (con apenas un docena de empleados) sea comprada por una gigante como Google.

Y esto ha añadido presión a las "grandes". Muchos pequeños ISV (Independent Software Vendors) se han lanzado (en pos de esa innovación constante) a la carrera de construir aplicaciones Web 2.0, con su beta correspondiente. Y algunos de ellos incluso utilizan las infraestructuras que los grandes proveen como Google Maps o S9, el nuevo servicio de almacenamiento de Amazon.

Y además la mayoría de ellas disponen de medios (API de programación, web services, XML) que permiten su integración con otras herramientas de proveedores diferentes. La vieja quimera de disponer de software completamente modular, donde distintas piezas estándar se unan en sistemas más complejos: en la línea del desarrollo de software basado en componentes COTS (Components Off The Shelf).

Aquí la disciplina de la ingeniería de software cobra una nueva dimensión, porque un sistema implica integrar componentes que interactúen entre sí, por lo que el proceso de validación debe ser especialmente riguroso frente a los requisitos de usuario/sistema. Además, parece necesario que se defina un criterio unificado para la especificación de estos componentes que deben interoperar de forma estable.

Pero no sólo se han desarrollado procesos de integración de sistemas, también procesos de agregación/integración de personas: los blogs son buena muestra de ello. RSS como el ADN mismo de la web. Como comentaba Julen en "Primeras aproximaciones a la empresa 2.0":
  • sitios web que se definen como puntos de encuentro y que priman la colaboración
  • sitios web con efecto de red a través de la participación
  • sitios web pequeños capaces de sindicar contenidos y con un estado beta permanente, con un manejo ágil de la información que debe entrar y salir fácilmente
  • sitios web que priman la innovación basada en personas independientes
  • web como plataforma (el medio) y colaboración (fin)

Como pequeñas piezas de Lego que van encajando hasta completar un sistema: los Microsiervos encantados y Mario estaría más de cerca de su sueño de agregar e integrar en estado puro.


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