
Lo que en la tercera ciudad de Suecia la opinión pública consideraba al comienzo de la construcción en 2001 una locura, un ataque contra la edificación tranquila y de baja altura a lo largo del estrecho de Oresund y sobre todo una idea descabellada a nivel financiero, se ha convertido en una perla arquitectónica. El Museo de Arte Moderno de Nueva York ha incluido el “Turning Torso” de Calatrava en la exposición de los 25 rascacielos más interesantes del mundo.
Además de una decoración de lujo con suelos de roble y bancos negros de granito, los inquilinos podrán disfrutar de un gimnasio, sitio en la bodega y servicios como en un hotel. El viaje en el ascensor hasta el último piso dura 30 segundos. En caso de una terrible tormenta, esta edificación de 190 metros de altura se inclinará 30 centímetros en la parte más alta, pero nadie lo notará en el interior, asegura la constructora HSB, dueña del proyecto.
1 comentario:
Soy estudiante de arquitectura y ese es uno de los edificios que siempre me llamo la atencion, me parece que la gente debe ampliar mas sus horizontes y comprender la nueva arequitectura que se produce a nivel mundial
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