En esta época del año, parece que estamos en el momento tierno. Nochevieja. Las mejores galas, algo rojo, uvas, los cuartos, más uvas, felicitaciones, excesos... Todo nos lleva a parecer optimistas hoy. Pero, lamentablemente, noticias sobran para perder ese optimismo. Será también que la crisis nos agria el carácter, o este tiempo invernal nos deprime. Será por eso que me apetece una Nochevieja tranquila.
Es época de borrón y cuenta nueva. Como decía Jorge, lo que importa es que el ciclo se renueva. Quizá cierre este blog y abra otro diferente, y quizá la aventura termine aquí. Ya lo decidiré.
Por el momento, cuidaos todos y mucho ojo en la carretera. Ya sabéis que las armas las carga el diablo... y las disparan los gilipollas. Y por aquí no admitimos de lo segundo. Todo listo para celebrar. Procedan al simulacro...
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