09 agosto 2006

Sifry y la economía de la atención

David Sifry ataca de nuevo con más cifras del blogosfera. Hemos alcanzado la cifra de 50 millones de blogs. Se crean 2 blogs y 18,6 entradas cada segundo. La blogosfera se ha multiplicado por 100 en sólo tres años. Impresionante.

Me marea el futuro y me preocupa que se desvirtúe un mensaje con semejante explosión de datos. La referencia cuantitativa sirve a alguien como Technorati, pero desconozco si a los habitantes de la larga cola, aunque lo dudo. ¿ Y la cuantitativa ? Esa me parece más interesante. El problema es que el único indicador que puede usar Sifry es si un blog es spam o no. Porque la valoración de la calidad de un blog depende de cada lector. Él/ella analizará si leer tu blog merece la pena (infoxicación mediante).

Para mí, el debate a futuro no estará centrado en cuánto vale tu blog por la calidad de tus entradas, sino en cuánta atención seas capaz de generar y, sobre todo, de retener. No importa que sea una audiencia silenciosa o activa. Se habla mucho de la economía del conocimiento, pero deberíamos hablar de la economía de la atención.

Y es que la atención fluye de los individuos y es un valor añadido en sí mismo para los propios individuos. Porque, como nos han repetido hasta la saciedad, la Red trae nuevas formas de entender las cosas: la diferencia es que antes la atención se centraba en unos pocos puntos y en este momento cada uno somos un punto de atención.

Que Dios nos pille confesados...

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2 comentarios:

Julen Iturbe-Ormaetxe dijo...

No te quepa la menor duda, Alfonso. La competencia está en que te lean. Si eso no se produce, lo demás ya no cuenta. Y los humanos vamos a seguir sufriendo porque no estamos preparados para soportar tanta información. Sencillamente, tendremos que cerrar las puertas. Vete preparando el cartel:
"Cierre antes de entrar por favor".
Un saludo,
Julen

Alfonso Romay dijo...

Pues sí. Como ya he comentado, este ritmo de crecimiento me abruma bastante. Nos vamos a tener que especializar -si no lo estamos ya- en discernir muy bien nuestras fuentes de información.

A diferencia de otras economías, donde la materia prima siempre es un recurso más limitado, en la economía de la atención, la materia prima (la información) es un recurso excesivo.

Transformar esa información en valor añadido es nuestro proceso productivo. Y más en nuestro trabajo de consultores (artesanos)...